Nuestra visión, enACTOS – Acciones en la enseñanza de Cristo, es transformar a todos los creyentes para que sean imitadores de Jesús. Cuando entregamos nuestro corazón a Jesucristo y lo aceptamos como Salvador y Redentor, nos estamos confesando en la construcción de una relación con Él. Cuando somos bautizados, damos la bienvenida al Espíritu Santo para que renueve nuestros corazones y mentes y, a través de nuestro amor y gratitud, queremos tener un carácter semejante al de Cristo. Porque Cristo sentó las bases de una vida gozosa y abundante, a lo largo del Nuevo Testamento, sobre cómo ser un verdadero cristiano asumiendo el carácter de Cristo. El fundamento de un verdadero creyente es el siguiente:

 

Ama al Señor tu Dios:

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Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. (Deuteronomio 6:5)

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Confesar:

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Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia. (1 Juan 1:9)

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Mantén su orden:

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Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son gravosos. (1 Juan 5:3)

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Amaos unos a otros:

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Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y el que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (1 Juan 4:7-8)

 

Disfrute de los frutos del espíritu:

 

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de corazón compasivo, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y, si uno tiene queja contra otro, perdonándoos unos a otros; Como el Señor os perdonó, así también vosotros debéis perdonar. Y sobre todo ese amor disfrazado, que une todo en perfecta armonía. Y gobierne en vuestros corazones la paz de Cristo, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y agradece. (Colosenses 3:12-15)

 

Regocíjate a través de las pruebas:

 

Más aún, nos regocijamos en nuestros sufrimientos, sabiendo que el sufrimiento produce paciencia, y la paciencia produce carácter, y el carácter produce esperanza, y la esperanza no nos avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que ha nos ha sido dado. (Romanos 5:3-5)

 

Aléjate de los deseos del mundo:

 

No os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que, probando, podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto. (Romanos 12:2)

 

Buscando el conocimiento de Dios:

 

Por esto mismo, esforzaos por complementar vuestra fe con virtud, y la virtud con ciencia, y la ciencia con dominio propio, y el dominio propio con constancia, y la constancia con piedad, y la piedad con afecto fraternal, y el afecto fraternal con amor. . (2 Pedro 1:5-7)

 

Ayudar a los pobres:

 

En todo os he mostrado que trabajando duro de esta manera debemos ayudar a los débiles y recordar las palabras del Señor Jesús, cómo él mismo dijo: 'Más bienaventurado es dar que recibir'” (Hechos 20: 35)

 

Generosidad:  

 

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Juan 15:13)

 

Como Cristo: 

 

sino vestíos del Señor Jesucristo y no proveáis a la carne para satisfacer sus deseos. (Romanos 13:14)

 

Glorifica a Dios en todo lo que haces: 

 

Muéstrate en todo como modelo de buenas obras, y en tu enseñanza muestra integridad, dignidad y palabra sana e irreprochable, para que el adversario quede avergonzado, al no tener nada malo que decir de nosotros. (Tito 2:7-8)

 

Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de elogio, si hay alguna excelencia, si hay algo digno de alabanza, en estas cosas pensad. (Filipenses 4:8)

 

Cuando aplicamos las enseñanzas de Cristo, somos transformados al caminar en el gozo de Cristo, para servir la voluntad de nuestro Padre Celestial. Nuestra visión, enACTOS – Acciones en las enseñanzas de Cristo, es ayudar a enseñar y desarrollar las enseñanzas de Cristo a todos los creyentes para que maduren espiritualmente y perseveren hasta el fin.